Revista El Dolor 70 | Editorial

Editorial Revista 70

Juan Pablo Miranda Olivares

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En los albores de la humanidad, el dolor fue atribuido a un castigo divino, por tanto, asunto de resignada fe. Más tarde, en busca de alivio, se acudió a los magos y curanderos. En el siglo V AC, Hipócrates de Kos afirmó que el alivio del dolor es una tarea divina (Divinum opus sedare dolorem est). Fue el comienzo de la medicina moderna, tarea de hombres, basada en la evidencia, ars medicus con mucho de divino.

Aliviar el dolor está al centro de la historia de la Medicina. En todo el mundo, cada día, millones de personas padecen dolor, de distinto origen e intensidad. Y cotidianamente, cientos de miles de médicos, en diversos lugares y con distintos medios, se esmeran en aliviar el sufrimiento.

El dolor crónico no maligno forma parte de la experiencia de la vida de un gran número de personas: una de cada 5 padece de dolor físico o psíquico; dolor eventual, dolor crónico. El dolor nos quita calidad de vida. Si la sensación dolorosa afecta a personas en situación de vulnerabilidad –económica, física, emocional, social o cognitiva- es una situación mucho más difícil para el paciente y extremadamente desafiante para el médico. 

La  International Association for the Study of Pain (IASP), que desde 1995 ha dado un carácter temático a cada año, declaró a 2019 como el Año Global contra el Dolor de los más Vulnerables, con actividades a nivel mundial focalizadas para poblaciones con precariedades, como dolor en personas ancianas (incluyendo la demencia), dolor en niños y adolescentes, dolor en personas con problemas cognitivos o desórdenes psiquiátricos, y víctimas de torturas.  

Es un desafío para ACHED participar del programa de IASP y organizar actividades para destacar y poner en la agenda de salud pública las necesidades de atención y tratamiento preferencial para personas cuyo dolor es subestimado, que reciben un inadecuado control o manejo de su sensación dolorosa y para aquéllas incapaces de expresar o identificar su dolor.

Como especialistas en dolor, estamos siempre cerca de los más vulnerables. Sin abandonar nuestra misión diaria de dar alivio y brindar cuidados paliativos a todos nuestros pacientes con dolor crónico o episódico, estamos llamados a ser partícipes activos para el mejoramiento en la atención, diagnóstico y tratamiento de las personas más necesitadas y frágiles. Una de nuestras tareas cotidianas, donde la vocación médica es genuinamente ars médica, es dar atención y alivio a los pacientes con más limitaciones, de cualquier tipo, a pesar falta de equipamiento, de personal, de tiempo, pero nunca por no hacer todo lo que podríamos hacer.

La IASP nos pide a los especialistas en dolor y cuidados paliativos identificar y explorar todos los tipos de dolor que con más frecuencia afectan a las poblaciones vulnerables, como también estudiar, aplicar e investigar técnicas para el mejor manejo del dolor, explorar y difundir las necesidades educacionales de los profesionales que manejan dolor en estos grupos, identificar áreas donde focalizar las iniciativas de investigación y desarrollo en este campo terapéutica.

Como uno de los 92 capítulos de la IASP a nivel mundial, estamos llamados a hacernos eco del mensaje del presidente mundial de la organización, Dr. Lars Arendt-Nielsen (Med., PhD, Dinamarca) al inaugurar el Año Global contra el Dolor de los más Vulnerables: “Mi esperanza es que seamos capaces de generar o apoyar más investigación, innovación, educación y énfasis en tratamientos que ayuden a las poblaciones más vulnerables. Estamos como especialistas bien posicionados para unir y liderar en este año a las diversas comunidades profesionales para generar actividades y campañas que den esperanza y aceleren la ayuda a esos grupos, y que potencien nuestra influencia y alcance en el ámbito de cuidados de la salud y que puedan ayudar a transformar las vidas de millones de individuos y de familias cuyas voces de otras manera no serían jamás escuchadas”.
 


versión impresa
ISSN 0717-1919

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