Revista El Dolor 62 | Editorial

Obra Divina es Aliviar el Dolor

Juan Pablo Miranda Olivares

Páginas 8-9
PDF

Divinum opus est sedare dolorem
Hipócrates.


La Asociación Chilena para el Estudio del Dolor (ACHED) se define por misión y visión como una entidad científica mutidisciplinaria. El manejo del dolor y los cuidados paliativos, según nuestras orientaciones fundacionales y por lo que la
experiencia local y global nos demuestra, es una disciplina integrativa, en que parti- cipan especialistas médicos, como también kinesiólogos, odontólogos, enfermeros y psicólogos, entre muchos otros profesionales, todos ellos llamados a formar parte de ACHED y sus actividades de difusión científica.

La comprensión científica del dolor ha evolucionado constante y rápidamente. Antes se pensaba que su presencia implicaba únicamente la existencia de un daño físico. Sin embargo, actualmente la ciencia nos ha llevado a descubrir la importancia que tiene la vivencia emocional personal, familiar y social del dolor. El dolor genera importantes reacciones emocionales que pueden potenciar el sufrimiento que lleva asociado.

Nosotros no tratamos el dolor, sino que integralmente a la persona que siente dolor, oncológico o no oncológico, crónico o temporal, localizado o generalizado. No  sólo  eso, por la multiplicidad de manifestaciones del dolor, también debemos abordar al entorno familiar y social.

Cuando el dolor se hace crónico, tiene un impacto colateral y devastador en todos los aspectos vitales de la persona que lo sufre: familiar, social, laboral.

Socialmente, porque disminuye las relaciones sociales con amigos y allegados. La- boralmente, porque afecta su capacidad de trabajar, produciendo un sentimiento de inutilidad, frustración y problemas económicos. Familiarmente, con la pareja, los hi- jos y cercanos, porque no se pueden cumplir las expectativas de sus seres queridos.

Se tiende a creer que la experiencia del dolor es pasajera y controlable; pero cuando aparece un dolor persistente, que no se pasa, nuestra concepción del mundo tamba- lea. Un dolor crónico llega a hacer que una persona se plantee el para qué y el  por qué de la vida.

En nuestro enfoque multidisciplinario en el alivio del dolor y cuidados paliativos, surge entonces la necesidad participativa de un apoyo psicológico. El conocimiento de todos los procesos psicológicos y emocionales implícitos nos lleva a manejar mejor el dolor y a hacerlo más soportable. La experiencia del dolor es subjetiva y personal; la escala EVA nos muestra diversos umbrales de impacto del dolor, como manifestación que cada persona y cada dolor es distinto y diverso.

La labor del psicólogo como parte de un equipo multi e interdisciplinario se centra en trabajar terapéuticamente todos estos aspectos del dolor para mejorarlo y hacerlo más soportable. Es un factor clave en el proceso terapéutico, de contención, del entorno familiar y, en situaciones terminales, para dar sentido a la existencia de un dolor que no se puede evitar cuando la enfermedad o la edad nos conducen a etapas terminales.

Por esta conexión íntima, indivisible e interactuante entre los factores físicos y emo- cionales del dolor, por su importancia en el trabajo de las Unidades de Dolor y Cui- dados Paliativos en nuestros centros hospitalarios y en la práctica clínica es que en esta edición de nuestra publicación El Dolor hemos hecho una selección de trabajos y experiencias clínicas de diversos enfoques e intervenciones psicológicas en el manejo del dolor.

Es en este enfoque biopsicosocial e integrativo del manejo del dolor que el enunciado de Hipócrates en el Asclepio de la isla de Kos cobra pleno sentido: Divinum opus est sedare dolorem.
 

Juan Pablo Miranda Olivares, MD, MSc
Editor Responsable Revista El Dolor
 


versión impresa
ISSN 0717-1919

Patrocinios
IASP
IASP